Pasodoble Qué bien sabían

Chirigota No valemo un duro

Qué bien sabían los caramelos
que se sacaban cuando chiquillo
de sus bolsillos nuestros abuelos.
Un “truco o trato” siempre sujeto
a esos besitos interminables
pero impagables que dan los nietos.
Un caramelo, así es la vida,
que te da momentos dulces
pero hay que tragar saliva.
Y un papel que siempre nos envuelve.
un papel que hay veces que se pierde,
un papel que esconde lo que encierra tu interior.
Ese es el caramelo, el dulce verdadero,
lo que sí tiene sabor.
Que la vida es así, un regalo pa ti,
que cada segundo poquito a poco se paladea.
Que la empieza a probar y te empieza a gustar,
se va consumiento, desaparece y en ná se quea.
El día que perdimos a nuestros abuelos
nunca comprendimos adonde se fueron.
Yo que voy pa abuelo ya pronto me toca.
Ahora pruebo un caramelo
y ya sé que está en el cielo,
en el cielo de mi boca.